Los lápices de colores son una de las primeras opciones a la hora de colorear mandalas. La mayoría de personas aficionadas a colorear mandalas utilizan lápices de colores. Esta técnica seca se puede utilizar con cualquier tipo de papel y es fácil de transportar, guardar y conservar.
Los lápices de colores consisten en una mina recubierta con madera. La mina está compuesta generalmente con pigmento y cera, aunque hay otros tipos de mina en lápices de colores. Esta técnica es muy cómoda, al ser seca no requiere de pinceles ni agua para colorear.
Al igual que otros tipos de pintura, la calidad de los lápices puede variar desde la calidad escolar a calidad profesional (mayor porcentaje de pigmento).
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Mandalas con lápices de colores
Estas son algunas carácterísticas de la técnica a tener en cuenta a la hora de colorear mandalas con lápices de colores:
- Se permite casi cualquier tipo de papel, incluido el papel de impresora (imprimir y colorear directamente).
- Puedes pintar detalles muy pequeños.
- Con un poco de técnica, se pueden hacer efectos como degradados y sombras.
- No hace falta ningún fijador ni barniz.
Ventajas de pintar mandalas con lápices de colores
Algunas de las ventajas generales de colorear con lápices de colores:
- Son fáciles de manejar, aunque una buena técnica requiere cierta práctica y conocimientos.
- Los lápices de colores son fáciles de transportar.
- Son fáciles de conservar, no se estropean con el paso del tiempo.
- Puedes imprimir directamente sobre papel normal y ponerte a pintar.
Desventajas de pintar mandalas con lápices de colores
Como cualquier otra técnica, pintar mandalas con lápices de colores tiene sus desventajas:
- Se puede «saturar» el papel y llegar a un punto donde no admite más pintura (no se puede mezclar ni degradar en este punto)
- Requiere otros tipos de papel más específicos si se desea hacer técnica mixta (y añadir técnicas como la acuarela o el gouache)
Tipos de lápices de colores
Los lápices de colores más comunes son los de base de cera. Seguramente, los lápices de colores «normales» que solemos tener en casa son de este tipo, y también son los que suelen utilizarse en el ámbito escolar. También existen otros tipos de lápices de colores como los que son base de aceite, los lápices acuarelables o lápices pastel.
- Base de cera. Son los más comunes, que solemos tener en casa.
- Base de aceite. Son más cremosos y también más caros.
- Lápices pastel. La mina es parecida a la tiza o a los pasteles secos, y requiere el uso de un fijador en spray. Corresponden a la técnica de los pasteles secos.
- Acuarelables. Son iguales aparentemente, pero la mina es acuarela seca y se pueden diluir en agua, fundir colores o utilizar como acuarela. Corresponden a la técnica de la acuarela.